miércoles, 21 de noviembre de 2012

Pronto...



Pronto, de prisa… De nada sirve que te tapes tus ojitos, cuando sabes muy concientemente que es ya lo mejor y cual es la realidad... pronto, de prisa! Amemonos ya que el tiempo es corto, pero amandonos tu y yo sera infinito!
 
Líneas más, líneas menos, palabras sobran cuando lo que se tiene que decir ya se sabe, no se puede ser ajeno a los propios sentimientos, ni se puede ignorar lo que ya se siente.
Esperar cuando te dicen “pronto” se vuelve inquietante, porque sigue siendo esperar, pero de alguna forma la palabra provoca un alivio, mágico, creo en sí, que es porque genera esperanza y una especie de confirmación de que la paciencia tendrá frutos, y si esta palabra se ve acompañada por hechos que a todas luces indican que efectivamente lo que esperas llegara pronto, la espera, si bien no es menos cansada o dolorosa, si se vuelve más esperanzadora.

Cuando tienes mucho bagaje vivencial, algunas películas te parecen predecibles, si a eso agregas que como el “refrito” de una película que ya viste antes, entonces siempre puedes atinar a lo que va a pasar, incluso los protagonistas saben lo que va a pasar, aun dentro de la historia misma, prevén las situaciones que les esperan.

En la vida, muchas personas tienden a tener como un “script” sobre sus actitudes, repiten invariablemente su forma de actuar, aun que prometan cambios, tarde o temprano recaerán en una actitud que les es familiar, ya que, no conocen otra forma de vivir, están condenados a vivir una repetición de sus problemas una y otra vez, infinitamente, hasta que todo se condensa demasiado y estalla de una forma irreversible, consumiendo a quien en ese momento se encuentre cerca de esas personas.

Lo bueno de la conciencia es que te ayuda a ver lo que va a pasar antes de que suceda, y de una forma u otra, siendo espectador o protagonista, te va a advertir cuando una situación ya no sea favorable, te mandara alertas, señales, de tal forma que siempre estés consiente de lo que viene, te advierte que te alejes cuanto antes de la situación, antes de que te arrastre consigo y te haga pagar caro el hecho de no haber entendió el mensaje que te llego por mil vías, personas, vivencias y hasta textos de blog, cuando el mensaje te llegue tan insistentemente, que prácticamente te brinque en la cara, es mejor hacer caso, de lo contrario, las consecuencias serán irreparables.

Asi pues, tomar una decisión a tiempo, cuando las cosas dependen aun de nosotros, sobre todo si ya hay un sueño común, una palabra empeñada y además, tenemos en el corazón la completa garantía de que eventualmente será la mejor decisión, solo hay que perderle el miedo a tomarla cumpliendo de esa forma a quien nos espera y se le dijo que la felicidad más grande, llegaría “pronto”.


“Siempre que se tenga Amor verdadero, se puede enfrentar cualquier decisión, nunca será más el miedo que el Amor”

ANEXO CULTURAL:

“La arcadia de mi juventud” Animación del Maestro Leiji Matsumoto, retrata vivamente lo que es la lealtad al amor, a la palabra propia y a los sueños y como se puede vencer toda adversidad cuando se deja de lado el miedo a enfrentarse a todo por lo que realmente se quiere y vale la pena, además de mostrar, cómo funciona el destino cuando las cosas deben ser.

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