lunes, 19 de noviembre de 2012

Lo que ya viste, no puede dejar de ser visto



Seré relativamente breve, muchas personas viven buscando la verdad, y cuando la encuentran, ya no la quieren porque no pueden con ella, otras encuentran la verdad sin quererlo, pero les correspondía hacerlo y generalmente esas personas se sobreponen de alguna manera, la verdad es algo bueno para quien es noble en su corazón, por “buena” o “mala” que esta sea, la verdad siempre será la verdad.

La verdad más difícil de encontrar, pero a la vez la más difícil de evadir, es la verdad interior, conocerse a sí mismo plenamente, requiere de muchísimo esfuerzo, es tarea de una vida, conocer tu interior es conocer el universo y conocer el universo implica estar muy cerca de ser uno con Dios, por eso es que es difícil, muchos egos se interponen al ser, y muchas veces cuando uno sabe alguna verdad, trata de esconderla poniendo mil cosas antes que ella, el problema está, que alguien que es consiente siempre tendrá empujones de la verdad que tratara de abrirse paso a una superficie, como una especie de “misil interior que está siempre en dirección de la verdad para tu protección”, una vez que lo sabes, hagas lo que hagas no podrás callarlo de nuevo.

La enorme importancia de reconocer la verdad y aceptar cuando esta nos llega de golpe… una vez que se tiene la verdad en las manos, se le debe dejar fluir, que tome su cauce, a su ritmo y que llegue hasta donde se sabe debe llegar, intentar detenerla o esconderla es inútil, alguien simplemente no puede ser tan tonto como para intentar tratar ignorar una verdad en su interior, de todas formas saldrá de forma consiente o inconsciente, sin excepción.

Y si tienes la dicha de tener aunque sea una sola verdad, una sola cosa en concreto, una cosa segura, abrázate y aférrate a ello, ya que es la verdad, la cual no solo te acerca a ti mismo y por ende a Dios, si no que, siempre la verdad traerá algo por añadidura, siempre y en todo caso… “La verdad os hará libres”

ANEXO CULTURAL:
“Romance de Fieras” una película mexicana dirigida por Ismael Rodríguez, es una película digna de considerarle un rato respectivo de nuestra vida, cuenta con actuaciones 50’ras pero muy bien logradas, además de que muestra recursos cinematográficos poco convencionales para la época, sobre todo considerando que en México no se contaba con tanto dinero como para una súper producción, siempre, aunque poco ortodoxamente, el cine mexicano ha podido sobreponerse a ello, espero la disfruten.

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